
Falsos mitos sobre las muelas del juicio.
Respecto a todo lo que engloba la salud bucodental, quizás las mayores molestias en adultos suelen venir generadas por las muelas del juicio.
En muchos de los casos, los dolores aparecen cuando la boca no cuenta con el suficiente espacio para acomodar los dientes. El hecho de que la muela no pueda salir con facilidad provoca cierto dolor e hinchazón de la encía y también riesgo de infecciones y caries, al quedar algún espacio entre la encía y la muela que quiere erupcionar.
Además, no siempre es necesaria una intervención, ni hacer caso a las afirmaciones que indican que se tienen que extraer siempre o que se te desplaza completamente la dentadura. Lo más aconsejable es visitar la consulta del dentista regularmente para saber que se necesita exactamente en cada caso.
Sin embargo, debido a la generalización de malas interpretaciones que envuelven a las muelas del juicio, vamos a resolver alguno de los mitos que acechan sobre ellas.
Mitos:
- ¿Las muelas del juicio se deben extraer siempre?
No. Si hay espacio suficiente y no existe riesgo de infección, o no perjudican al resto de la boca, es mejor no hacer
- ¿Las muelas del juicio pueden desplazar los demás dientes hasta el punto de cambiar la estructura de toda la dentadura?
Pueden influir, pero no es determinante, debido a que es posible que una muela del juicio provoque el desplazamiento de los dientes cercanos pero no hace tanta fuerza como para descolocar toda la dentadura.
- ¿Las muelas del juicio no sirven para nada?
Estas pueden hacer su función como cualquier otro diente, siempre y cuando estén bien situadas y puedan tener contacto con otro molar.
- ¿Lo mejor es operarse antes de los 30 años?
No hay un patrón claro, además depende de la posición del molar. Sin embargo, es cierto que puede haber más dificultades entre los mayores de 25 años.
- ¿Es necesario extraerlas si un paciente se va a poner aparatos?
Según el estudio que se haga, será lo que lo determine, no es siempre algo determinante.
Una vez aclarados estos mitos, lo más aconsejable es que a partir de los 18 años, se acuda al dentista de una manera más regular para llevar un control de las muelas del juicio, como va yendo su desarrollo y si finalmente será necesario extraerlas o no.